Hector no sabía por qué Rowena estaba tan aterrorizada.

Sin embargo, él sabía que Rowena había descubierto la identidad del asesino de su padre. Era la misma persona que había asesinado a los otros patriarcas.

Una familia, en particular, sobresalía para él.

¡Los Caden!

Solo había una familia que tenía enemistad con los Xavier, así como con las otras tres familias.

Eran los Caden, ¡quienes fueron destruidos hace diez años!

No hizo más preguntas ni dijo nada más, en cambio, se dio la vuelta para marcharse.

Tumbada en la cama, Rowena estaba desesperada.

Lo único que deseaba era que los Xavier recuperaran su poder.

Ahora, ella sabía que era inútil. Debería estar considerándose afortunada por el hecho de que su familia siguiera viva.

“El Dragón Negro es aterrador. Está tratando de deshacerse de los Cuatro Grandes de una vez por todas. Sin embargo, lo entiendo. Basándome en lo que pasó hace diez años, a cualquier otra persona también le costaría dejarlo atrás”, murmuró Rowena deses