La aeronave viajó a toda velocidad. Unos diez días después, llegaron al borde exterior de una ciudad.
La ciudad era similar a algunas de las antiguas ciudades de la Tierra. Tenía altas murallas y edificios que recordaban a antiguos castillos.
En la puerta de la ciudad había grabada una enorme palabra: Labhstead.
La aeronave aterrizó en las afueras de la ciudad.
James y Henrik se bajaron de la aeronave y se detuvieron en la antigua carretera de las afueras de la ciudad. James contempló la ciudad con asombro.
La ciudad era enorme y estaba formada por numerosos castillos, cada uno de ellos de mil metros de altura. En el centro de la ciudad había una cordillera.
Henrik presentó la ciudad. “Señor Caden, esto es Labhstead, donde se encuentra el Clan Labhrann. Es una de las ciudades más grandes y famosas de la Dimensión Mortal. La cordillera en la región central es la base del Clan Labhrann, el Monte Luterano”.
James asintió ligeramente con la cabeza. “Ya veo”.
Henrik volvió a hablar: