En el antiguo pasadizo, James pudo ver algunas personas frente a él, avanzando a una velocidad modesta. Cuando James entró en el pasadizo, se dio cuenta de que la presión espacial en esta área era mucho mayor que las anteriores. Él procedería a paso de tortuga si no catalizara la Energía Verdadera.

“Este lugar es el lugar perfecto para entrenar mi cuerpo físico. Al menos es mucho más conveniente que tener que usar una armadura”, murmuró James.

Pronto, él llegó a la puerta de la ciudad.

Allí estaba reunida mucha gente, entre ellos el Hijo del Cielo y Marcello. Además, también había otros rostros familiares: Xain, Samarth, Yandel, Wynter y algunos otros a quienes James no reconoció.

Marcello estaba mirando la puerta de la ciudad cuando de repente se volteó. Al ver a James, se acercó a él y sonrió encantado mientras decía: “James, ¿conseguiste pasar las primeras cinco barreras?”.

Marcello estaba sorprendido.

Él sabía lo duras que eran las barreras anteriores. Dejando a un lado