James se disculpó, se puso de pie e inclinó la cabeza.
“Estoy aquí para disculparme por ello”.
“Lo siento mucho”.
“No puedo cumplir mi promesa contigo”.
“Debería habértelo aclarado antes, pero lo he retrasado hasta ahora debido a tantas cosas inesperadas”.
Las lágrimas seguían rodando por las mejillas de Tiara.
Tiara sabía que llegaría este día, pero aún así se aferraba a algo de esperanza todo este tiempo.
En ese momento, no sintió demasiada tristeza, sino alivio.
Tiara dijo con una sonrisa: “No tienes que sentirte culpable por eso, James”.
Aunque tenía una sonrisa, las lágrimas aún rodaban por su rostro.
Aun así, hizo todo lo posible por consolar a James. Ella no quería que James se sintiera culpable o agobiado por ella.
James suspiró aliviado al ver que Tiara había aceptado sus palabras.
“Gracias por la Esencia del Dragón”.
Tiara sabía que James se sentiría mal y reflexionaría sobre su futuro camino en las artes marciales si ella no lo aceptaba.
“Tengo algo más que hac