Comer solo era aburrido.
Por suerte, Daniel estaba aquí.
Más importante aún, James no tenía dinero y necesitaba que alguien pagara la cuenta.
“No, no me atrevería”. Daniel se congeló al instante. ¿Cómo iba a atreverse a comer con James?
James le frunció el ceño. “Te estoy dando una oportunidad única de invitarme a comer. Deberías sentirte honrado. Nadie más tendría la oportunidad de hacerlo”.
“Está bien, entonces”. Daniel asintió con la cabeza y rápidamente se bajó del jeep.
No llevaba el uniforme militar, sino su ropa casual.
James rodeó el hombro de Daniel con su brazo y se dirigió hacia el Gourmand.
“Por cierto, General Highsmith, tengo una pregunta”.
Daniel se sentía incómodo al tener su hombro agarrado por James. “A-adelante, James”.
“¿Qué crees que están tramando los altos mandos, reorganizando las cinco regiones militares e incluso trasladando al Rey Blithe a Cansington como comandante en jefe de los cinco ejércitos?”.
Daniel se estremeció. Se apresuró a responder: “N