Capítulo 34

|| Punto de vista de DANTE ||

Cecelia era la felicidad de mi vida. No podía creer que esta pequeña criatura se hubiera convertido en mi fuente de felicidad. Jugué con ella hasta que se cansó y se quedó dormida. Le di un beso en la cabeza antes de entregársela a su niñera. No confiaba plenamente en su madre. Sabía que tenía toda la intención de llevarse a Cecelia.

Al salir de la casa para irme a la mía, me topé de nuevo con Rosana. Parecía que quería decirme algo. Le pregunté con el ceño fruncido, mirándola fijamente a la cara:

«¿Qué quieres ahora?».

Rosana respondió después de asomarse a la habitación en la que dormía Cecelia:

«Dante... ¿No crees que Cecelia... debería... conocer a su bisabuelo? Aún no lo ha visto. ¿Qué le pasará si te ocurre algo?».

La agarré con fuerza por la cara antes de que pudiera hablar. Acercando su cara a la mía, le gruñí en voz alta:

«No te hagas la lista, Rosana. Sé lo que estás pensando. Cecelia ya tiene propiedades por valor de millones de dó