"¡Espada Suprema del Cielo!".

Veron levantó los brazos cuando las palabras salieron de sus labios, con su larga espada apuntando hacia los cielos.

En un abrir y cerrar de ojos, el cielo se nubló y un viento feroz comenzó a azotar el palacio.

A continuación, sombras de espadas empezaron a aparecer una a una en medio de la brisa. Todas estas sombras estaban formadas por los cambios en la atmósfera.

Las sombras continuaron multiplicándose, elevándose hacia Veron para rodearla.

La Espada Suprema del Cielo era un movimiento que había estado en uno de los pergaminos antiguos más preciados de los Lange. Como era demasiado complejo y difícil, nadie en la familia Lange lo había dominado.

Veron, como la niña juguetona y malcriada que había sido, se había colado en la biblioteca de la casa en más de una ocasión. Había hojeado el libro que contenía la Espada Suprema del Cielo hasta que pudo recitar el canto al revés, pero nunca había sido capaz de cultivarlo con éxito.

Justo ahora, Veron si