Grunt respiró profundamente mientras se apresuraba a hablar. “No tomemos decisiones precipitadas, Oliver”.
“¿Qué es lo que te está pasando?”.
Oliver sonrió fríamente, mirando a Grunt. “¿Vas a dejarlos ir, General Grunt?”.
Lía dejó escapar un suspiro de alivio. Al mismo tiempo, miró a Grunt con disgusto en sus ojos.
¡Qué desgraciado! Se había aprovechado de la debilidad de Darryl para atacarlo a él y a Lía. Desde que Oliver hizo su movimiento, Grunt comenzó a acobardarse.
El Emperador de los Nueve Cielos debería estar avergonzado de tener un subordinado tan cobarde.
Junto a Lía, Darryl frunció el ceño.
¿Irían Grunt y Oliver tan lejos? ¿Estallaría una pelea entre los dos?
“Príncipe Oliver”.
Justo cuando Darryl reflexionaba sobre la situación, una sonrisa apareció en el rostro de Grunt y llamó a Oliver. “¿Quieres a la chica? Puedes llevártela. La dejaré ir por el bien de la situación en general. Estoy seguro de que sabes tan bien como yo que es mucho más importante unir fuerzas p