Mientras observaba al Emperador de los Nueve Cielos partir con el Maestro Magaera, la Emperatriz Heidi se dio cuenta de algo y gritó: “Su Majestad, ahora lo recuerdo. No hay necesidad de preocuparse por el Archidemonio Antígono”.

El Emperador de los Nueve Cielos se detuvo y se dio la vuelta. “¿Por qué estás tan segura?”.

Al mismo tiempo, Darryl frunció el ceño al pensar que la Emperatriz Heidi estaba actuando de manera sospechosa.

‘El Archidemonio Antígono podría renacer en cualquier momento después de obtener el cuerpo de Yang puro. ¿Cómo puede decir que no hay necesidad de preocuparse?’.

En ese momento, la Emperatriz Heidi suspiró con alivio y le sonrió al Emperador de los Nueve Cielos. “Hablé con el Maestro sobre el Archidemonio Antígono. Dijo que es muy difícil para que renazca ya que no solo requiere un cuerpo de Yang puro, sino que también necesita un cuerpo de Yin puro. Solo entonces, podrá restaurar su cuerpo humano con éxito”.

Su tono se volvió más relajado mientras decía