Yvette sintió el calor de Darryl y aprovechó para apretar su cara contra el pecho de él. Su hermoso rostro revelaba un atisbo de felicidad.

Durante tantos años, ella y Darryl habían pasado más tiempo separados que juntos.

En ese momento, Yvette solo quería que Darryl la abrazara con fuerza.

Los labios rojos de Yvette tentaron a Darryl después de que este la mirara de cerca. Entonces, ¡la besó!

Yvette se estremeció al contacto de sus labios. La sensación viajó desde su cerebro zumbante hasta su cuerpo. Luego, su cuerpo se ablandó contra el de él, y poco a poco fue cerrando los ojos.

El ambiente en la tienda era indescriptiblemente cálido y encantador.

"¡Hermana Yvette!".

Sin embargo, oyeron un grito desde el exterior de la tienda. Era Sara.

Entonces, la cortina de la tienda se levantó y Sara entró rápidamente. Su delicado rostro parecía ansioso. "Hermana Yvette, ¿cómo estás...?".

¡Ah!

A mitad de su frase, Sara se sorprendió cuando se dio cuenta de la situación que