Zhang Jue avanzó con una sonrisa, pretendiendo mediar en el conflicto. "Muy bien. Darryl, estamos aquí como invitados. ¿Por qué discutes con un discípulo? Tengamos cuidado con nuestras palabras".
Los ojos de Zhang Jue brillaron con traición cuando sugirió eso.
Harold, su subordinado, realmente no se equivocó. Había conseguido dañar la relación entre el Altar del Oro Ryukin y Darryl. Sin embargo, tenía cosas más importantes que hacer, así que tuvo que parar después de conseguir lo que quería.
Harold se encogió de hombros con indiferencia y dejó de hablar.
El Maestro del Altar Alan estaba furioso y no hizo más comentarios.
Diana suspiró y dijo con calma: "Maestro del Altar Alan, investigaré sobre este asunto".
Dicho eso, Diana le dio instrucciones a los discípulos que estaban a su lado: "Vayan a preparar habitaciones para Zhang Jue y Darryl. Han venido de muy lejos y necesitan un buen descanso".
Diana no pudo evitar echarle una mirada a Harold. No se había dado cuenta de que alg