"¡Señor!".
Rama miró a Donoghue en silencio y dijo: "Buda es compasivo y amable con el mundo. No importa lo cruel que sea una persona, mientras abandone el mal y haga buenas acciones, Buda la perdonará y aceptará. Te he derrotado. ¿Qué más quieres decir?".
Rama no hablaba alto, pero sonaba convincente.
Donoghue levantó la cabeza y se rio hacia el cielo; seguía siendo arrogante y desenfrenado. "¿Quieres que sea sumiso? M*ldito burro calvo, acabas de conocerme. Fui el Emperador de Westrington y tengo la Gran Arma Antigua. Nadie en el mundo puede someterme; ni siquiera el Buda puede".
El rostro de Rama se tornó ceniciento; sus ojos se abrieron de par en par mientras sus exasperantes ojos miraban fijamente a Donoghue.
Como monje, Rama siempre se había adherido al principio de la compasión, pero sabía dónde poner el límite. El comentario despectivo de Donoghue hacia el Buda había enfurecido a Rama.
"¡Amitabha!".
Al segundo siguiente, Rama entonó el nombre de Buda y dijo frí