Desde que ella escuchó la noticia de que Darryl había muerto en el foso de la ciudad, Yvette sintió que todo su mundo se había derrumbado.

Aunque a ella le habían pedido que observara el torneo con los otros miembros de la familia real durante los últimos días, su corazón estaba completamente ausente. Ella extrañaba a Darryl todo el tiempo.

Como ese día eran las semifinales de la competencia de Artes Marciales, el Emperador del Nuevo Mundo y los Ministros no pudieron estar presentes para observar en el lugar de competencia, así que Yvette tuvo un día libre y relajado.

Ella no había comido nada en todo el día ya que extrañaba mucho a Darryl.

“Princesa”. En ese momento, una mujer sensual entró en su habitación. Ella se veía inteligente y atractiva, era Sloan.

Sloan estaba sosteniendo la lista de ganadores en su mano, sonriendo.

Una vez que ella llegó donde Yvette y vio lo deprimida que ella estaba, Sloan no pudo evitar suspirar. Ella la consoló suavemente y dijo: “Princesa, ¿todaví