Capítulo 52

Bianca. 

No podía creerlo.

Luka no podía estar muerto, ese gilipollas no podía estar tirado en medio de Roma sin vida. No estaba en la morgue esperando ser reconocido por uno de sus amigos, no era él, porque la DEA lo tenía aún retenido. Algo en mi interior, ya fuera esperanza o rechazo por la muerte, me decía que no era él.

No era la persona que mejor me caía del mundo, pero algunas veces era gracioso y me ayudó a esconder mis mentiras.

El helipuerto en la azotea del hospital por fin me sacó de mi trance, todos íbamos sumidos en un silencio mortal mientras viajábamos en helicóptero. Era el medio más rápido para llegar a reconocer el cadáver pronto y no morir de la angustia sabiendo si podía ser él o no. Alonzo y su hija en cuando pisé la mansión me ordenaron quedarme allí hasta que Don y su hermano volvieran, pero me negué. El abuelo me dio la razón.

Así que allí estaba, moviend

Selena Bonnet

La niña no murió. Es un muñeco bien conseguido para aterrorizarlos.

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