Rodrigo corrió hacia ella adelantándose, —Magnolia, la rosa es mi regalo de disculpa, espero que puedas perdonarme.
Magnolia frunció el ceño y habló, —¿no te lo he dejado claro? No me caes bien.
¿Qué pasó con ese tal Rodrigo?
Rodrigo seguía sosteniendo la rosa en su mano, —Magnolia, acabo de explicárselo también a tu hermano y él puede entender lo que hago, así que le demostraré a tu hermano mi sinceridad de que soy quien puede darte la felicidad.
Magnolia miró incrédula a sus dos hermanos y primos, ¿de verdad creían lo que dijo Rodrigo?
Roberto se adelantó con rostro frío y le arrebató la rosa, —¿cómo puedes mentir? ¿Cuándo entendimos lo que hiciste? Nos lo explicas.
Rodrigo parecía un poco avergonzado y miró a David, —¿No te lo he explicado hace un momento?
David también se sintió incómodo y tuvo una actitud fría, —Rodrigo, yo no me meto en la vida amorosa de mi hermana, a quién elija es asunto suyo. Pero ella acaba de dejar claro que no le gustas.
Rodrigo estaba un poco ansioso, —Es