Al escuchar las palabras de la señora Vargas e incluso Magnolia tenía la misma duda, ¿no era el compromiso de Ricardo y Magdalena?

Le dijo a Alexandra que era su cuñada, ¿estaba loco?

¿No había visto Ricardo que aquella zorra Magdalena estaba a punto de llorar?

¿No había visto Ricardo hoy a Magdalena vestida de novia?

Magnolia empezó a murmurar en el corazón cuando vio que el hombre se acercaba hacia ella, y mantuvo la cabeza hacia arriba para mirarle.

En ese momento se dio cuenta de que el hombre era muy alto.

Ricardo se paró frente a ella y mantuvo sus ojos fijos en ella.

Se puso un poco rígida Magnolia, sintiéndose que Ricardo actuaba de forma extraña.

¿Por qué se miraba así?

La señora Vargas volvió a preguntar, —Hijo, contesta a mi pregunta.

Ricardo frunció el ceño, impaciente, —¿qué tiene que ver otra mujer conmigo?

—¡Ricardo!

Magdalena se levantó el vestido de novia y caminó hacia Ricardo, —Ricardo, hoy es el día de nuestro compromiso, ¿lo has olvidado?

Los finos labios de Ricard