Narrado por Dra. Emma Miller

Había roto el contrato de mi penitencia. Dejé el penthouse de Kane con el mismo traje que llevaba el día que Nick me propuso matrimonio, solo que esta vez, mi corazón latía con una mezcla de terror y emoción. La suspensión de Nick, su rostro golpeado, su sonrisa honesta, había sido la única estructura que podía demoler mi culpa.

Una hora. Eso fue todo el tiempo que me dio. Cuando llegué a la pista privada, no me esperaba un auto lujoso, sino un jet corporativo, impecable.

Nick estaba esperándome en la escalera del avión, con un abrigo de lana y un pequeño morral de viaje. Su rostro todavía llevaba las marcas de la pelea, un hermoso y caótico recordatorio de su vulnerabilidad.

"Tardaste 57 minutos. Eso es un margen de error del 3% en mi cálcu