Todos esos años, Luna ha sido la figura pública de la familia Schick. Stella solo llevaba el nombre y el estatus, pero la que trabajó arduamente por tantos años fue Luna.

Zachary tomó su decisión. “Organizaré un evento en tu nombre e invitaré a las señoras y a sus hijas y nueras. Ya deberías saber qué hacer”.

Le besé la frente y sonreí. Entrecerré los ojos y dije: “Claro. Siempre he sido buena destruyendo a los demás”.

Zachary curvó sus labios diciendo: “Lo sé”.

‘¿Qué sabía? ¿Él sabía cuán dolorosas podrían ser mis palabras?’.

“¿Quieres decir que soy muy cruel con mis palabras?”.

Zachary respondió: “Te he visto antes. Nunca pierdes”.

Era cierto. Él vio cómo actué frente a Gwen Worth y Wendy Yale. Él sabía que yo nunca admitiría una derrota ni permitiría estar en desventaja. No solo eso, mi personalidad era del tipo que haría las cosas pensando en la venganza.

Tenía que asegurarme de vengar a mi suegra en el próximo evento.

“Segundo Hermano, no te decepcionaré”.

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