Los temores la devoraron al escuchar la orden de detenerse. Sorprendida y asustada, congelo los movimientos, dejando una mirada baja que contenía pánico ante lo que había hecho.
>>¿Qué he hecho?<< tragar saliva resulto tan difícil como el acto de intentar verlo. La idea de encontrarse con un rostro furioso que le diera la respuesta contraria a la que esperaba, la hizo sentirse destruida. La película con sus fantasías se destruyó ante una sola palabra, dando paso a la otra que jamás intento visualizar por temor a no ser correspondida.
–Esto está mal –endureció la voz, molesto.
Una frase basto para causarle escalofríos y pavor. La conciencia la escupió a la realidad y de inmediato tuvo el presentimiento de predecir lo que aria o diría.
–Retráctese sobre la dedicación de la canción y hágame saber que me estoy equivocando con lo que pienso.
Mariana comprendió a lo que se refería, y por un instante estuvo de acuerdo en seguirle la corriente y cambiar los hechos ante lo que había ejecu