Por más que se allá intentado el odio de Laed hacia nosotros era demasiado grande, murió peleando sin arrepentimiento alguno, disfrutaba más que nada vernos sufrir y advirtiendo a los ancianos, al alfa y a los betas que combatieron en contra suya, que una bestia peor que él estaba al asecho cerro sus ojos para no despertar nunca más.
Y aquí Ronan apareces tú, hacían ya alrededor de quince años que Akira estuvo arreglando los convenios de paz entre los Quimeras y los Taed como se suele hacer.
Para aquel tiempo había una jovencita muy osada muy parecida a Luana, ella llevaba varios meses exigiend