La mirada llena de sorpresa, estaba en todo su esplendor, Elie observaba a Abigail, sin dar crédito a sus palabras, incluso creyó que eran rebuscadas
No más que una mentira para que este no siguieses enojada, pero entonces noto que efectivamente no había mentira en cada sílaba
Ella conocía muy bien a su amiga, sabía cuándo esta mentía y cuando no, Abigail no era mentirosa, jamás lo había hecho, incluso le había contado por así decirlo
Que su madre si tenía un secreto, pero que ella no contraía, pues no le pertenecía, Abigail, siempre había sido de tal manera ella había visto el dolor de su madre cuando era niña
Como esta llego a ser lastimadas por las mentiras y aquellas cosas que llegaron a ocultar toda su familia en busca de no herirla
Elie, observo a Dylan este aún en sus brazos, observaba a Abigail, como si fuese no más que un alienígena, uno que no le gustaba para nada sus gustos
—No te atrevas a juzgarme pequeño Cox, sabes muy bien que no tienes por qué hacerlo
Dylan pareció dec