Rebecca está al borde de la piscina, conversando animadamente con sus amigas.
– ¿Cuánto tiempo tienes que mantener el brazo inmovilizado?? – Pregunta Rebecca.
– Creo que, como máximo, dos semanas. Fue solo una luxación. No te preocupes, amiga. – Responde Susan, con una sonrisa tranquilizadora.
– ¿Fui yo quien causó la pelea, verdad? – Pregunta, desanimada. – No recuerdo mucho.
– Sí, fuiste tú, amiga. Le contaste a tu esposo que André te llamó acompañante de lujo. – Responde Melissa.
– André es un idiota, pero no debería haber provocado todo esto. Por mi culpa, la gente resultó herida.
– Amiga, no te culpes tanto. Fue solo un accidente. Estábamos todos fuera de control por la bebida. – Dice, consolándola.
– ¿Y cómo está él?
– Luan dijo que se está recuperando, tiene algunas heridas. Regresaron a Seattle esta mañana. Pronto olvidaremos esta historia.
– No, Mel, no será así. Estaba en la habitación de Alex y vi en su computadora un archivo completo sobre André. Sea lo que sea lo que teng