Al llegar a la casa de Christine, fueron recibidos y conducidos al salón donde se estaba celebrando la fiesta.
– Han llegado, cuánto tiempo. – Dice Susan, abrazándola. – Estás cada día más hermosa, amiga. ¡Feliz cumpleaños!
– Te quiero, Su. Gracias.
– Alex Shaw, finalmente apareciste. ¡Casado por dos años, quién lo diría! ¿Cómo lo soportas, Becca?
– Leandro, no te burles de mi marido y no arruines su buen humor llamándolo Shaw. No te lo perdonaré si arruinas mi fiesta.
– Has oído a mi encantadora esposa, ¿verdad? Entonces, no me molestes. – Dice, sacando risas de todos.
Al comienzo de la fiesta, Rebecca pasó todo el tiempo recibiendo felicitaciones de sus amigos, siempre rodeada de amor.
– Mel, te extrañaba mucho, qué bueno que viniste.
– Eres mi amiga, no dejaría de venir. Los extraño a todos.
– ¿Has pensado en mudarte a Boston? Apuesto a que mi esposo o alguno de los adorables caballeros aquí pueden conseguirte un trabajo. ¿Qué dices?
– Rebecca, sabes que no es una mala idea. Lo con