—No voy a permitirlo, mi abuelo no puede hacerme esto. — Respondo mas para mí que para ella, que me observa con aires de superioridad, nunca una mujer me había visto de esa forma.
—Ya lo hizo. — Responde ella, ¡sentándose muy tranquila y sonriente en mi escritorio!
Inmediatamente llamo a mi abuelo