—Le contare toda la verdad, pero por favor no llame a la policía.—Suplica llorando de rodillas ante mí.
—Retengo que hacerlo, tu intentaste matarme.— Le digo empujándola para que no me toque.
Ella comienza a hablar y gruesas lagrimas recorrer su rostro se ve devastada, pero no tendré compasión, a