Me pude tan pálida como un papel, en lo que él solo observe como levantó una ceja y me dio una mirada como quien espera una explicación y no un saludo de lo más tonto posible, como si fuese un padre que descubre a una niña mala haciendo una pésima travesura y quiere castigarla, la verdad es que él siendo detective el único castigo que se me viene a cabeza es la cárcel, aquello sin duda me puso tan nerviosa, estaba a punto de iniciar a temblar, este hombre de verdad parecía determinado a encontrar a mi asesino y no quiero que por mis actos sospeche de mí, por lo que no sabía cómo hablar o como decirle que hacía exactamente en el lugar, no sabía cómo hacerle entender que no era el enemigo, además de querer saber ¿Qué hacía siguiéndome? ¿Por cuál inicio primero?

--¿Me estabas siguiendo? Porque si es así… --No lo hacía contigo, lo hice con aquella mujer que llego de última e hizo un gran escándalo, gracias a la chica que al parecer fue enviada por ti, así que tengo varias teorías, pero de