Capítulo 9.

Días…

Los días comenzaban a pasar y la rutina de Brian se iba refinando, trabajaba durante el día en el local de Don Julio con Daliana, quién apenas y le daba un saludo…

La situación era de tensión entre los dos; nunca antes una mujer lo había ignorado y despreciado tanto al mismo tiempo; por las noches el local se había vuelto incómodo, era tan pequeño cómo un baño y sólo había un viejo mueble de madera con un cojín roto a medio forrar, algunas sillas partidas y eso se había vuelto su cama y lugar de descanso…

Aunque a veces intentaba aguantar hasta el amanecer, orinar era todo un reto, por ello, había optado por tomar un vaso plástico y usarlo sólo en caso de emergencias y luego desecharlo por la mañana.

La rutina era bastante tranquila: limpiar el local, atender a los clientes, engrasar la puerta tipo Santa María y ayudar a cerrar por las noches, pero cada vez que intentaba preguntarle a Daliana cuándo utilizaría el vehículo la respuesta era la de siempre:

- Cuándo