Entré en el baño corriendo, casi sin darme tiempo a cerrar con el cerrojo, vomitando todo lo que mi estómago contenía, quedándome después sentada unos minutos en la tapadera del inodoro. Me lave los dientes y salí del cuarto del baño, viendo a Liam ya vestido
— ¿Qué te ha pasado? ¿te ha sentado mal la cena? — me preguntó
— No estoy acostumbrada a cenar tanto y luego que me echen dos polvos — le dije– ¿Te tienes que marchar? — pregunté
Liam se acercó a mí rodeando mi cintura con sus brazos, besándonos con pasión, apartándose él de mí poco después
— Sabes que tengo que marcharme, si me necesitas llámame, pero no puedo seguir viéndote, lo siento — me dijo, viendo como se marchaba del dormitorio y de mi vida dejándome el corazón roto
El sábado siguiente como quedamos mis amigas y yo, comimos en mi casa, recogimos la cocina sentándonos en el suelo para hablar y ver la tele. Empezamos a vestirnos y peinarnos, cuando escuchamos el timbre de mi casa, abrió la puerta Katia sorprendiendonos tod