“¿Has terminado?”.

Shaun perdió los estribos. “Esa es su reputación. No tengo ninguna responsabilidad por eso”.

“Has estado con ella por más de diez años. Si no eres tú, ¿quién se supone que debe asumir la responsabilidad de ello?”, preguntó Rodney con enojo.

Por primera vez en su vida, Shaun sintió que su relación con Sarah lo hacía sentir completamente agotado.

Simplemente no quería casarse con Sarah. ¿Era eso difícil?

¿Era él quien había conseguido a un hombre para violar a Sarah en los Estados Unidos? ¿Fue él quien hizo que Sarah y Lucifer durmieran juntos?

No.

“Rodney, si te gusta tanto, ve y cásate con ella. No vengas a mí todo el tiempo solo para obligarme”.

Shaun caminó hacia la puerta ya que tenía ganas de fumar.

Después de mirar la pálida expresión de Sarah, Rodney no pudo evitar seguir a Shaun.

Agarró el brazo de Shaun y susurró, “¿Crees que no quiero casarme con ella? La cosa es que ella solo está enamorada de ti. Tú eres con quien ella quiere estar. Shaun, no pue