“¿Qué podría ser más importante que yo?”. Monte estaba complacido con la respuesta de Eliza, pero aun así, preguntó con amargura.

“No te diré”.

Charity respondió con una réplica rápida.

Cuando escuchó un toque de arrogancia forzada en su voz, el corazón de Monte se derritió.

Eliza le parecía demasiado dócil en ese entonces, por lo que estaba encantado de que ahora mostrara su lado arrogante.

De hecho, una breve separación entre una pareja podría refrescar una relación.

“Está bien, no me digas. Pero, no te acerques demasiado a otros hombres a mis espaldas”, advirtió con severidad. “Creo que el hombre que te llevó a casa esa noche puede estar interesado en ti”.

“Ese era el amigo de Ryan”. Charity subió a su coche mientras actuaba por teléfono. “Él fue la cita a ciegas que Ryan me presentó hace un tiempo”.

Monte se sorprendió por esa respuesta inesperada e inmediatamente se sintió molesto: “Lizzie, ¿estás haciendo esto a propósito? Admito que ahora estoy celoso, terriblemente celo