Catherine no lo había visto tan enojado en mucho tiempo. Rápidamente colgó el teléfono y se lo explicó. “¿Viste esas fotos? No lo malinterpretes…”.

“¿Malinterpretar? ¿Cómo se supone que no lo voy a malinterpretar?”.

Shaun tomó su teléfono en sus manos y se lo arrojó. Sus pupilas oscuras estaban cubiertas de decepción, disgusto y odio.

“Echa un vistazo a esas imágenes repugnantes. Dices que no te gusta Wesley Lyons, pero lo abrazaste con fuerza e incluso le quitaste la ropa. Catherine Jones, ¿por qué eres tan descarada?”.

El teléfono de él le golpeó el pecho con fuerza. Le dolía, pero no tanto como su corazón.

¿Cuántos hombres podrían mantener la calma si vieran imágenes como estas? Ella le había puesto los cuernos.

“¡No, me tendieron una trampa! Esa noche, Rebecca Jones me obligó a beber algo y Wesley Lyons me salvó. No pasó nada entre nosotros”.

Catherine negó con la cabeza y se atragantó mientras explicaba: “Me empapé en agua fría toda la noche”.

“¿Piensas que soy un tonto?”.