Catherine permaneció en silencio durante un rato. De repente, miró a Sheryl con una mirada penetrante. “Solo quiero hacerte una pregunta. Hubo un incendio cuando mi padre fue a hacer una inspección en su empresa. ¿Tú diste la orden para que lo hicieran?”.

Los ojos de Sheryl se abrieron con asombro. “¿Cuándo sucedió eso?”.

Catherine observó cuidadosamente la expresión en el rostro de Sheryl. Ella trató de ver si estaba mintiendo.

“Cathy, no fue tu madre quien hizo eso”, la interrumpió Titus y dijo, “Fue Wesley”.

“¿Cómo lo sabes?”. Catherine levantó las cejas.

“Porque Wesley está en mis manos ahora. Lo estoy interrogando para saber todas las cosas malas que ha hecho”. Una pizca de frialdad apareció en los ojos de Titus. “Nunca he sufrido una derrota tan grande en manos de otra persona. Una sentencia de muerte es un castigo demasiado leve para él”.

Matthew dijo con desprecio, “Papá, no puedes dejar que él se suicide. Déjalo apenas con vida. Todavía no le he devuelto la humillación