“¿Qué dijiste?”.

Las provocativas palabras de Catherine hicieron que Sally se enfureciera. “P*rra, ¿cómo te atreves a hacerle eso a Rebecca? Morirás esta vez. Ella no te dejará escapar y haremos de tu vida un infierno”.

“¿Solo porque ella lo dice?”.

“Ni siquiera sabes la identidad de Rebecca ahora. Ja ja. Ella puede derribarte tan fácilmente como aplastar una hormiga. Tener a Shaun para protegerte no ayudará. Incluso el primer ministro de Australia no podrá protegerte”, gritó Sally entre dientes.

“¿En serio? No puedo esperar”.

Catherine sonrió, pero en el fondo estaba abrumada por la frustración.

Debe haber algún fundamento para los comentarios de Sally. Definitivamente sabía lo que estaba pasando.

Catherine no llamó a Jeffery porque él era más manipulador que Sally. Incluso si supiera sobre el asunto, guardaría silencio al respecto.

A diferencia de él, Sally diría todo si la provocaran.

“Jaja. Catherine, puedes seguir siendo engreída, pero no sirve de nada. Ni siquiera Dios p