Los dos solo llevaban puesto pijamas finos.

El pequeño rostro de Catherine descansaba sobre el pecho de él. El calor del cuerpo de él se filtraba a través de la ropa de ambos, haciendo que el rostro de ella también se calentara lentamente.

Afortunadamente, las luces de la habitación estaban apagadas, por lo que el rostro de ella no podía verse con claridad.

El corazón de Shaun latía de forma descontrolada. Pensó que ella lo alejaría como antes, pero no lo hizo.

“Cathy…”. Su garganta se sentía caliente y su voz estaba ronca.

“Mmh”. Catherine miró hacia arriba con sus grandes y hermosos ojos.

Shaun no pudo contenerse más y bajó la cabeza para darle un beso. Él preguntó, “¿De dónde vino la medicina?”.

“Se la pedí a la Tía Yasmine”. Su suave voz salió de entre sus finos labios.

El corazón de Shaun se sintió tan suave como un algodón de azúcar. “Cathy, sabía que todavía te preocupabas por mí”.

Dijo él y la besó imprudentemente de nuevo.

Catherine estaba en un trance.

¿Todavía se