Capítulo 12. Más que fricciones y miradas.
En la fundación.
Zoé y Elijah trabajan arduamente en las entregas, se concentran en su labor, preparan con delicadeza cada detalle de las donaciones y revisan minuciosamente cada una de las cajas. El verla tan comprometida conmueve velozmente a Elijah, comienza a ver a la joven otros ojos, ya no la encuentra tan vanidosa como otras veces, ayuda en todo lo puede y me revela en ella su espíritu altruista.
—No dejas de sorprenderme, Zoé.
—Espero que gratamente.
—Muy gratamente—la toma de la mano y ella siente como se paralizan de la nada sus piernas. Lo empuja con ligereza para mantener distancia. Sin embargo, por accidente se enreda su sandalia y cae de inmediato en los brazos de Elijah quien la sujeta con precisión, la mira sin quitarle sus hermosos ojos de encima.
—Lo siento, que torpe.
—Tranquila, estás a salvo.
Ambos quedan muy confundidos, en medio de ese cruce de miradas. Zoé suspira y Elijah se agita de repente, mirándola con un conejito asustado. Ella por su parte entra en pánic