Punto de vista de Blake.
Creo que la cabreé.
La llamé pequeña demasiadas veces. O quizás fue el hecho de que después de que hizo las vueltas en el gimnasio, la empujé y se cayó.
Era su maldita culpa, saltando por el gimnasio con ese pequeño sujetador y pantalones cortos que Arlet le compró.
Mi mejor amigo es un puto pervertido y por eso somos amigos.