Aquello que Mina le había dicho resultó ser mucho más desconcertante de lo que pensaba. Boquiabierto la observaba cuando ella terminó su relato, teniendo la esperanza de que a ella se le hubiese ocurrido jugarle una broma en un momento tan tenso. Pero ella no lo negó, permaneció con una mirada inerte sobre él por todo ese tiempo. Y aunque también llegó a tocar la posibilidad de que lo estuviese engañando de forma tan descarada, de inmediato cambio esa idea, puesto que al menos hubiese intentado formular una mentira mucho más creíble.
- Eso si no lo esperaba. – Dijo aún atónito-
- Por eso tengo que irme. – Ella se acercó a él y lo tomó de los hombros, con una mirada de preocupación en los ojos. – Gilbert, tienes que ayudarme a salir de acá. Virginia debe haber rodeado toda la mansión.
Él no tení