La vida, me decían, nunca es fácil. Una verdad universal que flota en el aire como una promesa vacía. Pero la verdad que me atormenta es otra: ¿Sufrir tanto realmente vale la pena? Aún no tengo la respuesta.

El pasado es un fantasma persistente. He escuchado a todos querer huir de él, pero siento que siempre nos alcanza, y peor aún, el destino parece deleitarse en tejer hilos invisibles que nos reconectan con quienes creímos haber dejado atrás. Pueden llamarlo hilo rojo, casualidad, o simple crueldad, pero la vida es una caja de sorpresas, tan luminosa en lo bueno como brutal en lo malo.

Mi verdadero dilema es: ¿Cómo se perdona una traición, un engaño? Es un acto de voluntad casi imposible. Se puede perdonar a la persona, sí, pero la confianza... la confianza nunca vuelve a ser la misma. Y eso me lleva a mi pregunta más dolorosa: Si la confianza muere, ¿puede la relación seguir viva? No lo sé. No lo sé, sobre todo cuando te sientes tan manipulado, tan profundamente engañado por la persona que más amas.

—¿En qué piensas? —La voz de ella me arranca de mis abismos, con un tono más de acusación que de curiosidad.

—En algunas cosas —respondo, sin despegar la vista del paisaje mental que me consume.

—No puedo más con tus misterios, Mateo. Todo esto es ridículo.

Un nudo se aprieta en mi pecho. —No quiero pelear. —Desvío la mirada hacia la ventanilla del copiloto, hacia el gris monótono de la carretera.

En un instante fugaz, todo cambia. Una luz blanca y cegadora inunda mi visión. Lo siguiente es un sonido sordo, un crujido metálico y un golpe violento que me arroja contra la realidad.

Mientras mis ojos se cierran, la vida se acelera en mi mente. Una inundación de recuerdos, nítidos y dolorosos: mis padres, mis amigos, y ella.

Veo su sonrisa, la manera en que miraba la vida, todos nuestros años juntos. Y, entrelazadas con esa felicidad, veo sus mentiras, la verdad oculta que jamás pude confesarle que conocía. Pero sobre todo, siento su amor.

Esto es todo. Creo que es el fin. Y nunca pude decírselo.

Siento mi cuerpo tensarse. Escucho las sirenas, una cacofonía lejana que se acerca. Una sensación fría me recorre, la lluvia. Todo es borroso, pero mi mirada se aferra a un único punto: ella.

Está tendida a mi lado. Sus ojos me buscan, una sonrisa tenue se dibuja en sus labios. Sostiene mi mano. En medio del caos, en el último aliento, es el único ancla que me queda.

gracias por acompañarme en este  camino con esta historia hecha con mucho amor y  cariño para ustes ..  pueden buscarme en mis redes como l.alejandra para informacion de estas  y otra

✨ LA CONFIANZA ES EL PRECIO DEL AMOR. ¿VALE LA PENA PAGARLO?

Dicen que el destino te une a las personas, pero no dicen que también te obliga a pagar sus mentiras. Mateo lo tuvo todo: la risa, el amor, la vida. Lo perdió todo en el instante en que la luz lo cegó y el pasado regresó. Ahora, atrapado entre un golpe fatal y un recuerdo doloroso, se pregunta: Si la confianza muere, ¿puede el amor seguir respirando?

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