Carlota
Sabía que sería mala idea aceptar venir a bailar, para empezar por el lugar al que eligieron y por... bueno no se me ocurre más nada, pero no hace falta más.
La estruendosa música y las luces hacen que mi cuerpo se relaje, aunque mi mirada busca lo que definitivamente no se me ha perdido.
— Es la honda este lugar — grita Ximena por encima del ruido.
—Es bueno — respondí casi distraída.
No sé quién me mandó a venir, debería poner una excusa y estar en mi casa no es muy tarde para poder ver a Enola Holmes.
—¿Qué quieren beber? — pregunta Enmanuel poniendo sus brazos en nuestros hombros con camarería.
—Yo quiero un Martini — suelta Ximena encantada de tener al joven castaño cerca.
—Una cuba libre — decrete pidiendo algo diferente a lo que normalmente tomo, pero no estoy con mis amigas — es más te acompaño a buscar los tragos.
—No te preocupes, West me acompaña — tararea el hombre.
Los dos chicos se van a la barra para buscar la bebida de todas, el grupo se dis