—Suelta a la chica —resonó al instante la voz fría de Xavier en la puerta del aula.
—¿Soltarla?
El hombre respondió con una sonrisa muy siniestra en los labios al escuchar las palabras de Xavier.
Miró a Xavier detenidamente, que estaba en la puerta, con un tono bastante oscuro y juguetón dijo: —¿Sab