—¡Peligroso! ¡Agáchense rápido! —Xavier gritó fuertemente.
Carmen se asustó muchísimo por ese repentino grito, frunciendo el ceño molesta al instante: —Oye, ¿qué estás haciendo asustándonos así?
Sin embargo, Xavier no tuvo tiempo de explicar en absoluto. Se levantó bruscamente y presionó con fuerza