El estado de ánimo de David era indescriptible con palabras, su mente se apresuraba con agilidad a organizar las palabras, tratando de decidir qué decirle a Silvia. ¿Debería disculparse primero? ¿O preguntarle primero dónde había estado todos esos años? ¿O qué más...?
Sin embargo, antes de que pudie