—De acuerdo.
Antonio se acercó a Luis, con la intención de llevarse a Silvia.
Sin embargo, antes de que pudiera siquiera alcanzarla, Luis lo derribó de un fuerte puntapié.
—¡Pum! — Antonio cayó al suelo, retorciéndose de dolor y sin poder articular una sola palabra.
Al ver esto, la señora Cubero cor