Fabrizio al no verla en la habitación, camina rápidamente hacia el baño, pero tampoco está, él empieza a buscar dentro de la casa, pero nada, él da dos toques leves a la puerta y se abre.
—¡Mi esposa no está!— habla él arrogante
—pero ella no ha salido señor— dice el guardia encargado de la puerta principal.
Fabrizio maldice y luego busca su celular, él hombre puso un GPS muy diminuto en el anillo de Channel, él puede ver que ella está a una distancia de la casa.
Él se estresa, no puede creer que Channel se haya escapado de la casa y que sus guardaespaldas sean unos inútiles.
Fabrizio sale de la casa y se sube a su auto, ordena que nadie lo siga, él maneja a velocidad dando con lo que le indica el GPS.
Al verla, baja la velocidad y se acerca a ella.
—¡Sube al auto!— ordena Fabrizio y ella siente una corriente recorrer tu cuerpo
—¡Vete al infierno!— gritó ella y empieza a correr, las calles están desoladas, él se baja del auto y corre detrás de Channel, al alcanzarla
—¡Suéltame o no re