GIOVANNA Es domingo, desayunamos y almorzamos a la vez. Son pasadas del mediodía y recién nos levantamos con Sabri. Estamos sentadas en nuestro sillón con nuestros pijamas, haciendo zapping en la TV, sin prestar atención a la programación. Los recuerdos de la noche anterior vienen a mí mente, ¡ese imbécil! ¡me las va a pagar! Estoy ¡indignada! ¡furiosa!. Pero lo que más hace eco en mí cabeza, es lo que vi ayer, antes de dar por finalizada la noche de boliche.
Cuando me conducía al reservado donde estábamos al principio, para buscar a Sabri y decirle que me marchaba al mono la vi ¡mejor dicho los vi! a Sabri, parada contra una pared del reservado cruzada de brazos, con ev