Karen no podía sacarse de su cabeza a Lucy, la expresión en su rostro le decía claramente lo que había visto en ella

“¿Qué haces Vladimir?”

Le preocupaba lo que fuera hacer más adelante. Hizo todo lo que estaba su alcance para que escapara, pero si él está nuevamente en la ciudad caerá en la trampa de los federales al usarla ella como carnada para llegar a él.

“Carnada”

—Vaya, vaya… — Karen sale de sus pensamientos asustada —Pero qué bella princesa tenemos con nosotros.

Se da cuenta que es un reclusas peligrosas, lo sabe con sólo ver su forma de hablar y comportarse. las típicas Bravucón que buscan la forma de extorsionar a los demás.

“No pueden entrar, claro que no pueden hacerlo las rejas están cerradas”

—Ups… — Karen entreabre sus labios por la sorpresa al ver que logró abrir su celda —Qué buena suerte tenemos, estaba abierta.

Todas las que la acompañaban se ríen mientras la siguen detrás

—¿Qué sucede princesa, tus papás no quisieron pagar una multa para ti esta vez? — La ve de pie