CAPITULO 43. GUAYABO
Brat
Jamás en la vida había probado un co#ño más delicioso que el suyo, disfrute tanto de su humedad que parecía un desahuciado prendido de esa perla roja y lo peor de todo es que ni siquiera apague mi sed, porque en estos momentos estoy babeando solo con recordarlo.
Y cuando la hice mía, Dios fue tan delicioso que se me erizan los pelos del cuerpo con solo recordarlo, su co#ño apretaba mi pene de una forma tan exquisita que casi me corro de forma prematura.
Y fue tan placentero y tan delicioso y estaba tan lubricado, que yo me sentí como en el paraíso, juro por dios que nunca en la vida había comido un coño más rico.
Me tiro en la cama con la respiración pesada y la prenda todavía en mi mano, la huelo nueva mente y aspiro profundo y huele a ella, mis sabanas también huelen a ella un exquisito olor a jazmín alejo los pensamientos de mi mente no puedo seguir pensando ella.
Me levanto tiro la prenda en cajón y quito las sabanas y las tiro en un rincón de closet, me meto al baño y de