CAPITULO 11. DISGUSTO
Strella
Me rodea mirándome con la expresión de duda mi comandante y claro es comprensible nunca me había interesado por ninguna secuestrada.
-Es eso, te estas encariñando con ella.....me dice acercando se mucho.
No precisamente, solo me preocupa su bebé muera si el maldito la maltrata, pero eso no lo puedo decir a el.
-No claro que no, ella no es importante para mi.....le digo.
Se lo digo con seguridad para que no dude de mi, porque si el duda me transladara y no quiero porque asi no podre protejerla.
-Bien, veré que hago......me dice.
Salgo de su lugar de descanso, pensando que voy hacer ahora porque por la expresión de su cara me dice que no lo hará nada y no es raro a ellos nunca les ha importado un prisionero y más si es una mujer aquí las mujeres solo somos objetos usan para su satisfacción, lo más seguro es que terminaran violando más de uno y terminará perdiendo su hijo, al parecer me tocara aceptar la propuesta de la prisionera, pero primero debo llamar a una amiga.
Por