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EL POV DE EMILY.
Había pasado un año entero y mi valor a los ojos de John se había reducido por completo. Impulsado por la ira al comprender que ya no podía atraparme y que había perdido la oportunidad de convertirse en algo más que alguien a quien odiaba, se había convertido en un verdadero monstruo.
Mi único consuelo era el diario que actualizaba diariamente, exprimiendo toda mi tristeza y dolor en él, aunque la mayoría de las páginas estaban llenas del nombre de Lucas o de la simple frase “Te extraño”.
Ya no aparecía en mis sueños, parecía que había sido un sueño y me preguntaba si realmente había conocido a alguien como él.
Las estaciones habían pasado: primavera, verano, otoño e invierno.
Esas temporadas me habían visto deteriorarme de secretaria a criada. John había encargado a los cocineros tareas diferentes y yo estaba a cargo de preparar el desayuno, el almuerzo, la cena e incluso los refrigerios que él deseaba en momentos aleatorios.
Yo sola lavaba su ropa, fregaba cualq