-¿Te gustó? -pregunto imitando el tono de voz más neutral que conocía.
Me acomodo bien en el asiento, dispuesta a salir de ese sitio tan reducido ¿desde cuando los carros parecen tan pequeños en estas situaciones?
-Podemos terminarlo en...
-Te hice una pregunta -lo interrumpo.
-Sí.
-Que bien, porque es lo único que tendrás de mi -espeto con firmeza-. Tienes lo que quise darte, ahora déjame en paz, respecto a la deuda, hablaré con mi tío y llegaremos a una solución, pero quiero que sepas que tendrás cada centavo de vuelta.
-¿Qu&ea